NUEVAS EVIDENCIAS CAMBIAN EL CONCEPTO TRADICIONAL

NUEVAS EVIDENCIAS CAMBIAN EL CONCEPTO TRADICIONAL

La teoría de las lenguas celtas existe desde hace mucho tiempo. La opinión es que este subgrupo concreto de las lenguas indoeuropeas tuvo su origen en el centro-oeste de Europa alrededor de los Alpes hacia los inicios de la Edad de Hierro, es decir, en torno a 800-700 AC, y posteriormente se extendió hacia el oeste, hacia Gran Bretaña, Irlanda, Bretaña y la Península Ibérica. En los últimos años se ha vuelto insostenible esta opinión. Fundamentalmente por las evidencias que vienen de la Península Ibérica acerca de las primeras lenguas celtas allí encontradas, y porque faltan antecedentes arqueológicos en la Edad de Hierro que pudieran explicar por qué están allí. Por lo tanto, debemos mirar mucho más atrás en la prehistoria. Desde el punto de vista de los estudios de lengua vasca, esto reflejaría un período más largo de interacción entre el indoeuropeo que se convirtió en celta, y la lengua vasca en la zona del mundo donde aún existe, una región más amplia en el suroeste de Europa. Una de las formas en que la línea de pensamiento ha cambiado en los últimos años acerca de la procedencia de las lenguas celtas y su posible interacción con las lenguas no indoeuropeas, incluyendo el vasco en particular, y las lenguas ibéricas de la zona de la actual Cataluña en tiempos pre-romanos, es la particularidad de las lenguas celtas en comparación con las otras lenguas indoeuropeas: pierden el /p/, el sonido original /p/. Esto parece haber sido una característica de la versión primera y prehistórica tanto de la lengua vasca como de la lengua ibérica. Apuntaría a esta región, el País Vasco y la zona de la antigua lengua ibérica, como la zona de contacto en la cual el indoeuropeo se transformó claramente en celta en el suroeste de Europa en contacto con la forma antigua de la lengua vasca, y la lengua ibérica no indoeuropea. (2’ 35”)